Sacramentos

Los sacramentos de la Iglesia se distinguen en sacramentos de la iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía); sacramentos de la curación (Penitencia y Unción de los enfermos); y sacramentos al servicio de la comunión y de la misión (Orden y Matrimonio). La Iniciación cristiana se realiza mediante los sacramentos que ponen los fundamentos de la vida cristiana: los fieles, renacidos en el Bautismo, se fortalecen con la Confirmación, y son alimentados en la Eucaristía. A continuación, presentamos los requisitos para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana, y el sacramento del matrimonio.

Bautismo

El bautismo nos limpia del pecado original, nos brinda la fe y la vida divina (la sobrenatural), y nos hace hijos de Dios. La Santísima Trinidad toma posesión del alma y comienza a santificarnos.

Según el plan de amor del Señor, el bautismo es el primer paso para la salvación. Es el sacramento por él que renacemos a la vida divina y somos hechos hijos de Dios. Es el primero de los sacramentos porque es la puerta que abre el acceso a los demás sacramentos, y sin él no se puede recibir ningún otro.

Primera Comunión

El Sacramento de la Primera Comunión busca conducir al niño hacia el encuentro con Jesús Eucaristía, y que este gran acontecimiento le acompañe en todos los ámbitos de su vida, así como también durante todos los días de su vida.

A través de este Sacramento se propone acercar a los niños a la vida de Jesús de forma que, al igual que los apóstoles, se dejen alcanzar por su persona, sus enseñanzas, su forma de actuar y sus milagros, se pongan en actitud de discípulos y le reconozcan como Maestro y como Camino, Verdad y Vida.

Confirmación

El Sacramento de Confirmación busca preparar a los jóvenes adolescentes en la reafirmación de su fe para que sean testimonio de una conducta conforme al Evangelio y que logren una participación efectiva en la vida de la comunidad cristiana.

El efecto de la Confirmación es la especial efusión del Espíritu Santo, tal como sucedió en Pentecostés. Esta efusión imprime en el alma un carácter indeleble y otorga un crecimiento de la gracia bautismal; arraiga más profundamente la filiación divina; une más fuertemente con Cristo y con su Iglesia; fortalece en el alma los dones del Espíritu Santo; concede una fuerza especial para dar testimonio de la fe cristiana.

Matrimonio

El sacramento del Matrimonio crea entre los cónyuges un vínculo perpetuo y exclusivo. Dios mismo ratifica el consentimiento de los esposos. Este sacramento confiere a los esposos la gracia necesaria para alcanzar la santidad en la vida conyugal y acoger y educar responsablemente a los hijos.

Catequesis Familiar

El Sacramento de Confirmación busca preparar a los jóvenes adolescentes en la reafirmación de su fe para que sean testimonio de una conducta conforme al Evangelio y que logren una participación efectiva en la vida de la comunidad cristiana.

El efecto de la Confirmación es la especial efusión del Espíritu Santo, tal como sucedió en Pentecostés. Esta efusión imprime en el alma un carácter indeleble y otorga un crecimiento de la gracia bautismal; arraiga más profundamente la filiación divina; une más fuertemente con Cristo y con su Iglesia; fortalece en el alma los dones del Espíritu Santo; concede una fuerza especial para dar testimonio de la fe cristiana.

Catequesis para Adultos

La catequesis para adultos es un proceso de formación cristiana diseñado específicamente para personas mayores de edad. No es solo la enseñanza de contenidos, sino un camino que busca llevar al adulto a un encuentro personal con Jesucristo y a vivir la fe de manera madura en el contexto de la Iglesia.

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